Microentrada. Confinamiento Lock Down

CONFINAMIENTO

Sí, hay miedo.
Sí, hay aislamiento.
Sí, hay compras por pánico.
Sí, hay enfermedad.
Sí, hay incluso muerte.
Pero:
dicen que en Wuhan tras muchos años de ruido
se pueden oír lo pájaros otra vez.
Dicen que tras tan sólo dos semanas de tranquilidad
el cielo ya no está cargado de humos
sino que es azul y gris y claro.
Dicen que en las calles de Asís
las gentes se cantan unos a otros
a través de las plazas vacías,
dejan abiertas sus ventanas
para que quienes están solos
oigan los sonidos de la familia alrededor.
Dicen que un hotel en el oeste de Irlanda
ofrece comidas y servicio a domicilio gratuito para quienes están confinados en casa.
Hoy una mujer joven que conozco
está ocupada repartiendo panfletos con su número de teléfono
por el barrio
para que las personas mayores tengan a quien llamar.
Hoy iglesias, sinagogas, templos y mezquitas
se preparan para dar la bienvenida
y acoger a los sintecho, los enfermos, los cansados.
En todo el mundo la gente está frenando y reflexionando.
En todo el mundo la gente mira a sus vecinos de otra forma.
En todo el mundo la gente está despertando a una nueva realidad,
a lo grandes que somos,
al poco control que tenemos,
a lo que de verdad importa,
al amor.
Así que oramos y recordamos que
sí, hay miedo,
pero no tiene que haber odio;
sí, hay aislamiento,
pero no tiene que haber soledad;
sí, hay compras por pánico,
pero no tiene que haber mezquindad;
sí, hay enfermedad,
pero no tiene que haber dolencia del alma;
sí, hay incluso muerte,
pero siempre puede haber el renacimiento del amor.
Despierta a las decisiones que tomas sobre cómo vives ahora.
Hoy, respira.
Escucha tras las fábricas de ruido de tu pánico:
los pájaros vuelven a cantar,
el cielo se aclara,
viene la primavera,
y siempre estamos rodeados de amor.
Abre las ventanas de tu alma
y, aunque quizás no seas capaz
de llegar al otro lado de la plaza vacía,
canta.

~ Richard Hendrick (Brother Richard), Irlanda
13 de marzo de 2020 (traduccion Bernat Font, gràcies ☺️)

LOCK DOWN

Yes there is fear.
Yes there is isolation.
Yes there is panic buying.
Yes there is sickness.
Yes there is even death.
But,
They say that in Wuhan after so many years of noise
You can hear the birds again.
They say that after just a few weeks of quiet
The sky is no longer thick with fumes
But blue and grey and clear.
They say that in the streets of Assisi
People are singing to each other
across the empty squares,
keeping their windows open
so that those who are alone
may hear the sounds of family around them.
They say that a hotel in the West of Ireland
Is offering free meals and delivery to the housebound.
Today a young woman I know
is busy spreading fliers with her number
through the neighbourhood
So that the elders may have someone to call on.
Today Churches, Synagogues, Mosques and Temples
are preparing to welcome
and shelter the homeless, the sick, the weary
All over the world people are slowing down and reflecting
All over the world people are looking at their neighbours in a new way
All over the world people are waking up to a new reality
To how big we really are.
To how little control we really have.
To what really matters.
To Love.
So we pray and we remember that
Yes there is fear.
But there does not have to be hate.
Yes there is isolation.
But there does not have to be loneliness.
Yes there is panic buying.
But there does not have to be meanness.
Yes there is sickness.
But there does not have to be disease of the soul
Yes there is even death.
But there can always be a rebirth of love.
Wake to the choices you make as to how to live now.
Today, breathe.
Listen, behind the factory noises of your panic
The birds are singing again
The sky is clearing,
Spring is coming,
And we are always encompassed by Love.
Open the windows of your soul
And though you may not be able
to touch across the empty square,
Sing.