En 2017, tras acabar el curso organizado por la IYTA, empecé un nuevo curso de cuatro años organizado por el Centro Luna con Francisco Luid, swami Thirthananda, como coordinador de la formación: Curso de formación tradicional de profesores de yoga y expertos en indología.
Uno de los enormes atractivos que tiene esta formación para mí es el background científico de Francisco Luid, es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza en 1989, porque me permitirá analizar y entender las técnicas de yoga desde una perspectiva científica. También el hecho de que posea un impresionante bagaje cultural; sea lo que sea que nos explique en las clases es inevitable quedar cautivado por sus palabras, así que disfruto de cada minuto de la formación.
Aún recuerdo la primera clase en la que trabajamos la definición de la palabra Yoga siguiendo el libro «la Tradición del Yoga» de Georg Feuerstein.
En el primer capítulo el autor nos presenta diferentes acepciones de la palabra Yoga.
- En la primera nos dice que yoga hace referencia al enorme conjunto de valores espirituales, actitudes, preceptos y técnicas que se han desarrollado en India a lo largo de como mínimo los últimos cinco mil años. Así, Yoga es el término genérico para referirse a los diferentes caminos espirituales, a la metódica transmutación de la consciencia hasta el punto de liberarse del espejismo del ego.
- Por extensión, el término se ha aplicado a tradicciones insppiraas directa oo indirectamente por el pensamiento indio: Yoga Tibetano (Vajrasana), Yoga Japones (Zen), Yoga Chino (Chan). Es erroeneo hablar de Yoga egipcio o cristiano a menos que lo utilicemos como sinónimo de «misticismo» o «espiritualidad».
- En un sentido más estricto, Yoga hace referencia al sistema de Yoga Clásico propuesto por Patanjali en la primera época postcristiana. Es una de las seis Darshanas, o puntos de vista, escuelas de pensamiento, del hinduismo: nyāya y vaiśeṣika, sāṃkhya y yoga, mīmāṃsā y vedānta.
- FInalmente, Yoga también puede significar el objetivo final de la práctica: la unión con lo absoluto. La Palabra proviene de Yuj que significa unir, en castellano está relacionada con la palabra yugo.
- El autor nos advierte de que la palabra yoga puede aplicarse a diferentes conceptos y que al leer los textos antiguos conviene tener este aspecto en mente.
Definiciones clásicas de Yoga.
- Yoga es la cesación de las fluctuaciones de la mente. Patanjali Yoga Sutra 1.2
- Yoga es extasis (samadhi). Yoga – Bashia (1.1)
- Yoga es «habilidad en la acción» Bhagavad Gita (2.50)
- Yoga es ecuanimidad Bhagavad Gita (2.48)
Sara Lazar, neuróloga de Harvard tiene esta cita respecto al Yoga en su web: «The ultimate goal of yoga is to always observe things accurately, and therefore never act in a way that will make us regret our actions later.» – TKV Desikachar
En resumen, si yo tuviera que crear una definición diría que Yoga es el conjunto de técnicas y actitudes que nos permiten cultivar una vida plena.
HATHA YOGA
Yoga Chitta Vrittti Nirodha.Yoga es el cese de las fluctuaciones de la mente”. Yoga Sutra Patanjali
“En primer lugar se exponen las āsanas, pues constituyen el primer paso del hathayoga. Las āsanas se practican para lograr una postura estable, salud y flexibilidad.” Hatha Yoga Pradipika Cap I_17
El Hatha Yoga es un tipo de yoga basado en la práctica de asanas. El texto más antiguo sobre este tipo de Yoga es el Hatha-yoga-pradipika, del s XV, escrito por Swami Suatmarama.
PRANAYAMA
“Tu sabes que tu respiración es la inhalación y la exhalación de aire. El órgano que sirve para esto son los pulmones que están alrededor del corazón. Así que el aire que pasa por ellos enviuelve al corazón. Es así que la respiración es una vía natural alcorazón. de modo que habiendo recogido tu mente en tí mismo, condúcela por el canal de la respiración por el que el aire llega al corazón y, juntamenrte con el aire inhalado, lleva a tu mente a descender al ccorazón y pemanecer ahí”
Nicéforo, el Solitario. “En sobre la sobriedad y la guarda del corazón”.
El prāṇāyāma, control de la respiración, es una de las ocho fases del Ashtanga Yoga de Patanjali. Sin necesidad de considerar el prana como algo real, realizar ejercicios respiratorios focalizanco la atención en ellos, nos permite calmar la mente.
La mayoría de desasosiegos que sufrimos los seres humanos tiene un origen mental, es decir provienen de la tendencia de la mente a mantener siempre un discurso interno. Como explica magistralmente Sapolsky[1] las cebras no tienen úlceras porque viven en el momento presente sin temor del futuro a causa de los recuerdos del pasado.
Posiblemente el autor del párrafo que abre este apartado se dio cuenta de que al concentrarnos en la respiración, al focalizar nuestra atención en el proceso respiratorio, los pensamientos se calman. Ya sea metafóricamente o como explicación real – que no debía ser contradictoria con los conocimientos científicos de la época -, entendía que alcanzar ese equilibrio mental, esa paz interior, era gracias a llevar “la mente al corazón”.
Para poder llevar la mente al corazón, para poder calmarla, lo primero es recogerla, no se puede focalizar la atención en la respiración y estar pensando en qué voy a comer luego o en la rabia que me da cómo se ha comportado hoy fulanito. Una vez recogida hay que centrar la atención en la respiración, “conducir la mente por el canal de la respiración” para alcanzar el equilibrio y la calma: “llevar tu mente a descender al corazón y permanecer allí”. Me parece razonable que el corazón se asocie a sentimientos de calma, de bienestar, de equilibrio, es por eso que la metáfora de llevar la mente al corazón me parece adecuada…
Es verdad que las emociones también pueden asociarse a la turbulencia pero en general creo que es la cognición sobre la emoción la que a veces nos genera un problema.
El texto lo entiendo como una forma poética de expresar la experiencia con el prāṇāyāma, al menos la mía, y por eso lo he incluido. En las ocasiones en las que he tenido la mente verdaderamente alterada, meditar me ha sido imposible. La mente gritaba saltando de un sitio a otro y no era posible ni contar las respiraciones, como en el zen, ni mucho menos observar los objetos mentales, que se agolpaban en multitud. En cambio, lo que sí he podido aplicar en estos casos, no muy comunes por suerte, es prāṇāyāma.
No recuerdo donde oí la metáfora de la mente como un lago revuelto que consigue ser calmado con la meditación. Llevar la mente al corazón me parece otra bonita metáfora de la calma: en el corazón sin palabras, ni planes, ni temores, ni rencores.
De nuevo a través de la metáfora es en el corazón donde podemos descansar de los prejuicios y las normas impuestos por la sociedad. Empezar el día con una sesión de yoga que incluye prāṇāyāma me centra de nuevo en el cuerpo y en el corazón. Me permite afrontar los conflictos del día desde una posición más neutra, más ecuánime. Aún estoy muy lejos de tener la actitud que me gustaría, pero creo que al menos he encontrado el camino.
[1] Sapolsky, R., Serrano, C. G., & Rodríguez, M. Á. C. (2008). ¿ Por qué las cebras no tienen úlcera?: la guía del estrés. Alianza editorial.
RELAJACION
Las técnicas de relajación nos permiten relajar la tensión acumulada durante el día, física y mental.
El conjunto de técnicas incluyen relajaciones occidentales como la relajación muscular progresiva de Jacobson, muy usada en psicología y técnicas orientales como las visualizaciones o el yoga nidra.